
"Todo hombre es sincero a solas; en cuanto aparece una segunda persona, empieza la hipocresía". Ralph Waldo Emerson.
Se puede ser hipócrita también con uno mismo. ¿Por qué no?
Quien esté libre de pecado que tire la primera piedra. Muchas veces necesitamos el convencernos a nosotros mismos, aunque sea con mentiras, para poder actuar de cierta manera ante tal situación. Lo que viene siendo de toda la vida de Dios el autoengaño, vamos.
Sin ir más lejos yo me pongo por delante:
- El ser políticamente correcto también es una forma de autoengaño, a veces.
- El decir: " yo prefiero comida de empresa en vez de cena", es una forma de autoconvencerme, porque yo lo que realmente quiero es cena. Pero claro, el coche, la carretera...bla, bla, bla...(quiero cena, quiero cena, quiero cena).
- La retención de líquidos es, para mí, la excusa perfecta para esas piernacas que se te ponen cuando llevas un mes sin hacer deporte y en "modo relajación ON".
- La frase "no tengo tiempo", es el autoengaño más común para dejar de hacer cosas que no hago porque no me apetece. Hace más el que quiere que el que puede.
- El mal genio es la mentira que más uso para no llorar, por ejemplo...
Esta entrada es vómito puro de martes, sorry...
...Solo ocurre algunas veces...