Si el equilibrio me espera un poco más...quizá llegue a tiempo de alcanzarlo...
miércoles, 28 de julio de 2010
La era de la pechuga a la plancha
Hoy, cuando estábamos en la piscina, han llegado un grupo de niñas adolescentes, monísismas, tipísimas y con gafas y bañadores último modelo. Entre ellas, en ese mismo grupo, había dos o tres "normales" (entededme normales, como chicas guapas, pero ni tan delgadas, ni tan fashion, ni tan morenas ni tan extremadamente todo).
Y sí, es cierto que de toda la vida de Dios, han existido los complejos y las que teníamos el culo gordo con 17 años, nos daba coraje, claro que sí! Pero creo firmemente que antes, hace 20 años, no existían tantas diferencias entre unos y otros. PERO SI ANTES ESTÁBAMOS TODAS BUENAS, COÑO! Había más guapas, más altas, menos guapas, con el culo más gordo, con las piernas más cortas, pero todas teníamos algo, todas ligábamos (vaaaaaaaaale, había alguna que ligaba más) y no había tanta tontería ni tanta obsesión por ser 10.
Y es que, en el mundo en que vivimos hoy en día, con tanto culto al cuerpo y con la obsesión por ser perfectos, la que no tenga "la suerte" de tener un metabolismo del copón y ser delgada y monísima, lo tiene que pasar francamente mal. Y me refiero a esas edades, las de la tontería, las que siempre quieres ser como tu amiga o como la amiga de tu amiga que viene de Barcelona (por decir algo) y es super-mega guay.
Antes también teníamos complejos, pero no éramos tan esclavos de la perfección. La que tenía el culete gordo, lo sabía; el que tenía granos, se compraba Clean and Clear (o como se llamara entonces) y la que era baja, pues tan ricamente...
Pero ahora, ay ahora!!!! Como no vengas con todos los extras de serie, las pasas canutas para demostrar que, aunque estés rellenita, tengas granos o seas demasiado baja, también eres de este mundo y te gusta que te toquen las tetas de vez en cuando.
Hoy en día, la autoestima tiene mucho trabajo que hacer. Mucho.
http://www.youtube.com/watch?v=xwDkoJKPr4g
viernes, 23 de julio de 2010
Dedicada a Leonardo (da Vinci)
jueves, 22 de julio de 2010
Tendré que volver a las buenas costumbres...
lunes, 19 de julio de 2010
Sabía que no iba a poder aguantar...
Tengo ganas de ir a un buen concierto. De sentir la música en directo. De notar que se te ponen los pelillos de punta cuando está a punto de salir la persona que le da forma a la voz con la que tantas historias me invento cuando voy con el ipod por la calle o en la piscina o en el sofá de mi casa directamente.
Llevo sin ir a escuchar música en directo bastante tiempo. Y es por pereza, seguramente, porque aunque los músicos no vengan a tocar al salón de mi casa (que sería lo ideal, por otra parte), se trata de coger el coche y hacerte unos cuantos kilómetros y aprovechar el fin de semana haciendo otra cosa que no sea ver el tiempo pasar y "descansar" (concepto que cada vez más va convirtiéndose en sinónimo de "aburrirse").
Calamaro viene en septiembre a Pontevedra: imposible realizar un viaje a Pontevedra entre semana.
U2 andan también por aquí en septiembre, pero los maestros tenemos muchas vacaciones, ahora, que el 1 de septiembre se acaban, eso es inamovible. Que me puedo pedir un día? Por supuesto que sí....pero yo que sé! Pedirme un día para ir a un concierto me da no sé qué, y más habiendo tenido dos meses de vacaciones.
De los conciertos "pequeños" no me entero. Y de los que me entero no me "mueven".
El caso es que echo bastante de menos esa sensación. La del directo.
Dicen que hace más el que quiere que el que puede, así que tendré que hacer un "querer"...
http://www.youtube.com/watch?v=BjVXUqy7oGw
(Gracias por vuestros mensajes de despedida. Mil besos)
martes, 13 de julio de 2010
Espero que no dure mucho
sábado, 10 de julio de 2010
Freud, vuelve, por favor
Hoy he soñado que el gallego este de "El club del chiste" y Jack Bauer (el de "24"), venían a mi pueblo a la romería.
Y nos íbamos los tres en mi Ibiza a ver a la Virgen.
Los sueños son algo misterioso que escapan a mi entendimiento. Ni veo el programa ese de chistes ni veía "24" en su momento. Y la romería de mi pueblo fue en abril.
No sé este junta y pega que ha hecho mi cabeza a qué responde.
(Por cierto, ayer vi POR FIN "Celda 211". Y me quedé impresionada. En la romería del año que viene invito a Malamadre, a ver si viene, que todavía hay una plaza en el Ibiza).
http://www.youtube.com/watch?v=XjRM7zzRg5s
miércoles, 7 de julio de 2010
¿Y quién es Dios?....
lunes, 5 de julio de 2010
Completamente de acuerdo
Me refiero a esos comentaristas omnipresentes, omnisapientes y omniscientes que no escriben su propio blog. No hace falta que matice ¿no? todos sabemos quienes son. ¿O sí hace falta? A ver, doy unas pinceladas, a ver si así...
Da igual el blog que visites: personal, de adolescente, de macramé, geek, de deportes, sobre sexo, sobre psicología, sobre literatura, cine o televisión... vayas donde vayas, ellos están ahí, soltando mamotretos infumables, sentando cátedra sobre cualquier tema que una se pueda imaginar, desdiciéndose continuamente y apelando a menudo a su amplia experiencia en la blogosfera para reforzar sus opiniones. Que, digo yo, si tanta experiencia tienes y tanto llevas como comentarista y como bloguero/a ¿aún no te has enterado de que es imposible que sepas de todo, todo el rato, Y QUE SIEMPRE TENGAS RAZÓN? ¿Cómo no te das cuenta de que no eres bienvenido?
Son inasequibles al desaliento. Por mucho que otros comentaristas, cansados de sus tonterías y sus larguísimos comentarios, les refuten continuamente con argumentos sólidos e incluso les mienten sus propias palabras para demostrarles lo inconsistentes que son, siguen y siguen y siguen. Vuelven a comentar una y otra vez, sin descanso. He llegado a leer una súplica de una bloguera que pedía a una de estas, por favor, que no volviera a comentar. En el siguiente post explicaba con pesar que había activado la moderación de comentarios para que nadie tuviera que soportarla más. Triste.
Son broncas y malrrollistas, encabronan al personal, se inventan cosas que nadie ha dicho y pierden el respeto a menudo, aunque como lo enmascaran entre muuuchas palabras creen que nadie se da cuenta. Y luego apelan impunemente al respeto que se les debe ¡y no se les cae la cara de vergüenza ni nada!
He detectado dos o tres en mi blogomundo. Al pricipio leía sus larguísimos comentarios sin sentido y pensaba "anda, esta no se ha enterao de nada, pobre" o "mira, uno de esos de "yo vengo a hablar de mi libro", que dice lo que le apetece y se pira". Pero me fui dando cuenta de que no, lo hacían a propósito. Me entraron ganas de saber qué escribían, más que nada, para echarme unas risas, porque si sus comentarios eran así sus blogs debían ser una joyita. Pero no, cual fue mi sorpresa al descubrir que no tienen el perfil disponible o no tienen blog. Mmmmm, qué intrigoso.
Así que empecé a perseguirles por la blogosfera. Empecé a fijarme en lo que hacían, para aprender a detectarlos rápidamente, yo no quería uno así en mi blog. Me convertí en una CSI de comentaristas babosos. Y, un día, harta de que los interminables mamotretos de uno de ellos interrumpiera constantemente el hilo de los comentarios, hice una cosa terrible: cree un perfil nuevo, copié su imagen y me llamé como él. E hice un comentario diametralmente opuesto al que había hecho hacía dos horas. Nadie se escandalizó, porque nadie le prestaba ya atención. Ni siquiera él dijo nada. Durante unos días visité los blogs que él visitaba y seguí haciéndolo. Seguí boicoteando su presencia. Incluso me animé y comentaba antes que él, para ver que hacía. Se fue apagando.
Un día, desapareció. No volví a leerle. Hubo alguna mención en los blogs en los que comentaba, todas ellas de alivio.
Ahora que pienso en él me lo imagio sentado frente al ordenador, leyendo doscientoscincuenta blogs diarios, sin comentar en ninguno. Necesitado como estaba por comunicar su sapiencia abrió un blog. Tuvo que cerrarlo porque cuatro trolls y tres comentaristas babosos le amargaron la existencia. Después de este blog abrió otro, lo hizo privado y moderó los comentarios, pero nunca nadie le solicitó su participación y lo cerró. A punto de tirar la toalla, lo abrió y en seis meses tuvo tres visitas y un comentario. Recuerda con nostalgia sus tiempos como autoproclamado rey de la blogosfera y se pregunta ¿qué habrá sido del cabrón que me boicoteó? Y llora desconsolado.
Ese es el futuro que me gustaría para todos esos comentaristas babosos, sabiondos y carroñeros. De ilusión también se vive."
Añado a este estupendo texto regalado por Gordi, que aunque yo no haya tenido en mi propio blog comentaristas de este tipo (de momento) sí que los he visto por ahí cuando me voy de excursión por los blogs de los amigos/conocidos/colegas de la red.
Estos comentaristas y los anónimos que solamente insultan al personal y al dueño del blog, son completamente aburridos y lo mejor es no hacerles ni caso.
O luego están los cuasi psicópatas que se insultan a sí mismos en sus propios blogs haciéndose pasar por anónimos (hace poco viví una situación de esas en un blog en el que caí por casualidad).
Es una pena. Esto es para disfrutar y hay gente(como bien dice Gordi) que ha tenido que cerrar el blog y todo.
Gracias Gordi por tu texto. Y claro que te nombro. Porque tu pluma es inconfundible y te lo mereces (ejjjjjqueeeee te llevo leyendo ya tiempo, pero en silencio, como las hemorroides).
sábado, 3 de julio de 2010
La psicoanalista
Entiendo perfectamente que los estados de ánimo varíen a mejor o a peor cuando varían las circunstancias externas. Es decir, obviamente, el disgustarte con un problema y el estar contento con una buena noticia o algún giro que haya dado tu vida positivo, son sentimientos que conozco y que tengo claros. Hasta ahí todo normal.
¿Pero por qué, sin que se modifiquen las variables externas, el estado de ánimo de una persona cambia? ¿Por qué, a iguales condiciones nos presentamos eufóricos o tenemos un día de esos de "a ver si termina porque yo ya no doy para más"?
Puede ser que yo sea géminis (para quien crea en los astros), que soy bipolar o estoy como un cencerro(aunque no estoy diagnosticada...), pero creo que a todo el mundo le ha pasado alguna vez estar muy contenta sin sber por qué o estar con una pedrá en la cabeza muy grande sin que te haya pasado nada que te lo provoque.
Yo estoy ahora en la fase eufórica, contenta, hiperactiva... y tengo la misma vida que cuando suena el despertador y lo único que quieres es apagarlo y no ver a nadie en todo el día...
No sé si me he explicado bien, pero es que me parece muy curioso el modus operandi de las cabezas de las personas, sobre todo la mía (aunque creo que esto le pasa a casi todo el mundo).
Pues con eso es con lo que me he levantado hoy, josmíos....qué queréis, que tengo boda esta tarde y eso afecta mucho a mis biorritmos....
http://www.youtube.com/watch?v=ZKJGW4l5osI
Si el equilibrio me espera un poco más...quizá llegue a tiempo de alcanzarlo...