Perdóname por ir así buscándote
tan torpemente, dentro de ti.
Perdóname el dolor, alguna vez.
Es que quiero sacar
de ti tu mejor tú.
Ése que no te viste y que yo veo,
nadador por tu fondo, preciosísimo.
Y cogerlo
y tenerlo yo en alto como tiene
el árbol la luz última que le ha encontrado al sol.
Y entonces tú
en su busca vendrías, a lo alto.
Para llegar a él
subida sobre ti, como te quiero,
tocando ya tan sólo a tu pasado
con las puntas rosadas de tus pies,
en tensión todo el cuerpo, ya ascendiendo
de ti a ti misma.
Y que a mi amor entonces, le conteste la nueva criatura que tú eras.
Pedro Salinas. La voz a tí debida
GRACIAS POR COMPLETARLO.
No hay ninguna canción que esté a la altura. Sorry.
5 comentarios:
Toc, toc, ¿se puede?, entro en tu blog como quien se asoma por una puerta entreabierta a una casa ajena, soy pudorosa por naturaleza ¿qué le vamos a hacer? y todavía me cuesta escribir en vuestros blogs. Sólo decirte una cosa, mira la luz que se ve allá lejos, fíjate bien en ella y empieza a recorrer ese camino y aunque con dificultades llegarás a ella. Vaya me reclaman, y lo peor es que me he quedado casi a medias. Besetes
Gracias por entrar y no llames nunca más a "esta casa".
Y espero que nunca falten tus comentarios, sra. "anónima".
Un beso grande
ainssss...cactus, no sabes quién es la sra ánonima?
dime que sí!!!
y si me dices que no, cuando lo sepas, te alegrarás!!!
y... hazle caso.....
;-)
por cierto, preciosa poesía!!!
Por favor, quién es la señora anónima?que termine de escribir su comentario que nos ha dejado a medias.
Qué misterio misterioso.
Ase me olvidaba, que bonita la poesía.
besos
Claro que sé quién es la anónima...por su prudencia la conocerás...
Publicar un comentario