Justicia

Agosto de 2009. Una chica de 28 años fallece en un accidente de moto junto a su pareja en una carretera manchega a las 6 de la mañana. Literalmente parten una furgoneta por la mitad y mueren los dos en el acto. La custodia de las dos hijas de J. pasan literalmente a la abuela materna (la mayor de 8 años) y al padre (la pequeña de 2 años). Son hermanas de madre y siguen viviendo juntas a pesar de todo.


Hasta ahí todo normal. Una pena, pero todo normal.


Estos días ha visitado a la familia una psicóloga de Servicios Sociales porque el padre reclama la custodia y quieren ver en qué condiciones vive la niña mayor (8 años) y qué ambiente es el más adecuado, si el de la abuela o el del padre, que vive en otra ciudad, es de profesión heroinómano, lleva 5 años sin verla y no le ha pasado un duro en la vida a la madre.



A las 11 de la mañana se presenta el pintas este, con un papel del juzgado que dice que, al fallecer la madre, la custodia pasa automáticamente al padre. Lo hemos echado con cajas destempladas y con la Guardia Civil, policía y demás cuerpos del Estado.


A las 12 he estado hablando con ella (el patio de infantil se comunica con el de primaria por una verja) y ella, ajena a todo (fue alumna mía en infantil) estaba tan contenta de volver al cole y a ver a sus amigos. (Aunque su madre haya muerto, lo esencial y lo importante para esa edad es seguir anclada a alguna realidad y que su entorno cambie lo menos posible, digo yo).



45 minutos después, ha vuelto el pintas, con la ley de su parte (de momento) y se han producido una serie de escenas más que sobrecogedoras y desagradables. La han arrancado literalmente de las manos de la familia. Imagináos el cuadro.


Cuando he salido a la 1, he estado hablando con la abuela y el marido de ésta. Y no puedo expresar por escrito cómo estaban.



Y una de las preguntas que yo me hago es para qué coño quiere ese hombre a su hija, si no la ha visto en cuatro años. También me pregunto por qué la vida se convierte algunas veces en el mundo al revés y no entiendo nada. Y me cuestiono una y otra vez qué será de esa niña si no vuelve con su familia lo antes posible.

Creo que ya es bastante que tu madre se mate en una moto cuando tú tienes 8 años. Añadir a todo esto que te separen de tu abuela, de tu hermana, te lleven a otra ciudad y a otro colegio, eso ya me parece un CRIMEN.

(Exactamente, aburrirnos, lo que se dice aburrirnos, no nos aburrimos en mi escuela)